Los materiales con los que se construyen nuestras casas están diseñados para durar muchos años. Sin embargo, con el paso del tiempo y la exposición constante a cambios bruscos de temperatura y humedad, pueden debilitarse. Entonces aparecen las filtraciones, manchas de moho o incluso daños estructurales que comprometen la integridad del inmueble.
Los impermeabilizantes actúan como un paraguas, impidiendo el paso del agua y prolongando la vida útil de techos, muros o cimientos. Sin embargo, una impermeabilización deficiente, lejos de solucionar problemas, podría agravarlos aún más. Corregir un trabajo mal hecho podría duplicar o triplicar los gastos en reparaciones. Por eso, en este artículo te contaremos cuáles son los errores más comunes al usar impermeabilizantes. Así podrás evitarlos desde el principio y asegurarte de que tu tiempo y dinero están bien invertidos.
1. No preparar adecuadamente la superficie
Antes de comenzar cualquier trabajo de impermeabilización, revisa a fondo la superficie. La suciedad, el polvo o restos de pintura vieja pueden impedir que el producto se adhiera correctamente. Limpia a fondo con agua a presión y utiliza una hidrolavadora si hay adherencias de otros materiales.
2. No reparar las grietas y fisuras
Si aplicas el impermeabilizante antes de sellar las grietas, las filtraciones reaparecerán, especialmente en época de lluvias intensas. Para solucionarlo, te recomendamos usar previamente un sellador o producto de imprimación.
3. Utilizar un producto incorrecto o de mala calidad
Uno de los errores más comunes es emplear materiales de baja calidad o inadecuados para el tipo de superficie. Por ejemplo, los impermeabilizantes para cubiertas pueden no ser aptos para sótanos o fachadas. Existen productos específicos para cada tipo de aplicación (acrílico, asfáltico, prefabricado, etc.).
Además, las condiciones climáticas influyen. Algunos productos resisten mejor la humedad y temperaturas extremas, mientras que otros están diseñados para climas secos o interiores.
En cualquier caso, elige siempre impermeabilizantes de buena calidad, recomendados por profesionales. Puede parecer costoso al inicio, pero a largo plazo evitarás gastos mayores en reparaciones.
4. No aplicar correctamente el producto
Una vez que hayas elegido el impermeabilizante adecuado y preparado la superficie, su aplicación es clave. Lee cuidadosamente las instrucciones del fabricante y síguelas al pie de la letra: dilución, número de capas, tiempo de secado, etc.
Por ejemplo, aplicar solo una capa muy ligera es un error común. Aunque parezca que ahorras tiempo y producto, reduces la capacidad aislante y la durabilidad. Lo ideal, en el caso de pintura impermeabilizante, es aplicar una capa base con rodillo o brocha y una segunda en sentido contrario cuando la primera esté completamente seca.
En terrazas o techos, puede requerirse una tercera capa para garantizar protección total.
Pero cuidado: una capa demasiado gruesa puede tardar en secar y provocar burbujas o grietas. Además, asegúrate de cubrir toda la superficie de manera uniforme, especialmente en esquinas, bordes y uniones.
5. No prestar atención al clima
La lluvia, la humedad o las temperaturas extremas afectan la adherencia del impermeabilizante. Por ejemplo, el sol intenso puede secar la capa superficial rápidamente, pero dejar humedad dentro del material. En cambio, una lluvia inesperada puede arruinar todo el trabajo.
Por eso, revisa siempre el pronóstico del tiempo y elige días secos, con temperaturas entre 10 °C y 30 °C.
6. No usar malla de refuerzo cuando es necesario
Las uniones, esquinas, desagües y cambios de nivel son zonas vulnerables. En cubiertas grandes, los cambios de temperatura provocan contracciones y dilataciones. Si no se refuerzan las juntas, pueden aparecer fisuras.
Las mallas de refuerzo mejoran la adherencia del impermeabilizante y prolongan su vida útil, especialmente en superficies que experimentan movimiento o tensión mecánica.
7. No respetar el tiempo de secado
Cada capa debe secarse completamente antes de aplicar la siguiente. Saltarse este paso puede generar burbujas o grietas. Sé paciente y respeta los tiempos de secado indicados por el fabricante, que pueden ir desde varias horas hasta días.
8. Aplicar el impermeabilizante solo en la zona de la filtración
Algunos piensan que es suficiente con aplicar el producto donde se ve la humedad. Sin embargo, esto solo dará un alivio temporal. La filtración regresará por otra zona si el área no está completamente cubierta.
9. No realizar inspecciones periódicas
Una vez impermeabilizado, es fácil olvidarse del mantenimiento. Pero todos los impermeabilizantes tienen una vida útil limitada. Eventualmente, deberán renovarse.
Haz inspecciones anuales para detectar grietas o zonas debilitadas. Si encuentras daños, haz reparaciones puntuales antes de que empeoren.
10. Encargarse uno mismo de trabajos complejos sin experiencia
Impermeabilizar puede parecer sencillo, pero no siempre lo es. Un techo plano no se trabaja igual que uno inclinado, y algunos productos requieren técnicas específicas.
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Invierte bien: protege tu hogar con productos de calidad
Esperamos que este artículo te haya sido útil. Recuerda: una buena impermeabilización aumenta el valor de tu propiedad, mejora el confort de quienes la habitan y te ayuda a ahorrar en calefacción al conservar mejor la temperatura interior.
Invierte en impermeabilizantes de buena calidad, sigue siempre las recomendaciones del fabricante y, si es posible, acércate a expertos como Juanito El Pintor para garantizar un trabajo bien hecho desde el principio.