Aguascalientes, Ags.- Las cifras son fiel reflejo de las situaciones que pueden ser expuestas con datos duros. Sin embargo, las interpretaciones que se hacen de esos números se prestan a que esas mismas situaciones se vean desde diferentes ópticas.
Eso sucede en casi todos los aspectos de la vida, tanto del individuo como de una comunidad determinada. Aguascalientes no se sustrae a esta realidad por lo que corresponde a las cifras oficiales sobre la situación que guarda la pandemia de Covid-19 en el estado.
Y así es como tenemos el hecho incontrovertible de que el ritmo de los contagios bajó por primera vez en la semana del 22 al 28 de noviembre, después de seis semanas consecutivas con incrementos. También se contrajo el ritmo de los decesos, cuando llevaba ya tres semanas con alza.
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Ante esos números, uno pudiera preguntarse: ¿entonces por qué la preocupación, si tanto los contagios como los decesos ya no crecen al mismo ritmo que semanas atrás? Para conocer la respuesta, la atención debe enfocarse en otros indicadores: el total de personas activas, es decir, aquellas que tienen la enfermedad y que pueden contagiar, y de ellas, cuántas se encuentran en situación grave o muy grave de salud.
En el estado de Aguascalientes, el día 28 de este mes de noviembre, eran 568 las personas activas, es decir, las que pueden contagiar. Y de ellas, 148 se encontraban en estado grave, es decir, el 26%. Las muy graves eran 94, el 16.5%. Estos dos porcentajes, como se observa en una tabla más adelante, son los más altos para los últimos períodos de cuatro semanas.
Pero no sólo los indicadores sobre personas en situación grave y muy grave alcanzaron en Aguascalientes su máximo nivel el 28 de noviembre para el período aquí analizado. También se tiene récord en porcentaje de camas generales ocupadas y de camas con ventilador, así como en la tasa de letalidad.
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