Poco tiempo transcurrió para que el éxito del antihéroe Deadpool se transformara en una secuela de cines. Tan solo dos años después de que un personaje fanfarrón con súper poderes, además de contarnos su historia de origen y deleitarnos con chistes asombrosos sobre el personaje (y sobre el mismo actor que lo encarnaba), llegó una segunda parte que para muchos era necesaria y para otros solo terminaría arruinando el concepto.
Para que saliera a la luz este proyecto tuvo que hacerse un cambio de director, a uno que entendía muy bien la sintonía y el ambiente del personaje, y se optó David Leitch. Es un experto en escenas de acción y en trama poco humorística, como lo observado en las famosas “John Wick” de Keanu Reeves.
Así pues, la película salió a la luz con nuevos chistes, nuevos personajes y un ya icónico Ryan Reynolds bajo la máscara del, para muchos, mejor mercenario de la Casa de las Ideas.
Se debe destacar que la sintonía y la fórmula utilizadas en la primera película se mantuvieron de manera casi idéntica a la primera película, generando lo que para muchos fue un acierto y para otros una falta de originalidad, ya que el no salir de la zona de confort del personaje puede ser “repetitivo” y “aburrido” para aquellos que tenían grandes expectativas.
No obstante, esta manera de contar la historia dentro de este personaje funciona. Es así como Deadpool 2, con un presupuesto de 110 millones de dólares (110,000,000) generó más de 734 millones en todos los mercados en los cuales se estrenó por medio de la gran pantalla, resultando en otro éxito para el universo de este personaje y en la consolidación de Deadpool como un antihéroe reconocido y querido por muchísimos consumidores del producto.
Esta es una de las obras de antihéroes analizadas por una reciente infografía del casino en línea Betway, que permite entender mucho más este fenómeno.
De hecho, se debe destacar que esta cinta recibió hasta muy buenas críticas de consumidores que no son fanáticos de las principales obras literarias en las cuales se inauguró el personaje: el cómic. No obstante, a muchos les encantó el concepto del personaje por ser “único”, “chistoso” y considerado como un “gran protagonista de su propia historia.”
