LA VOZ DEL PAPA

Ante un acto terrorista

2019-08-19

Hace unas semanas, hubo un trágico tiroteo en una tienda de la ciudad de El Paso, Texas (Estados Unidos). Ante tal desgracia y violencia, como contraparte se ha conocido el acto heroico de dos mujeres: una madre y su hija. Una de las víctimas fue la señora Jordan Anchondo, de 25 años. Tenía tres hijos. El 3 de agosto, día de la masacre, estaba en Walmart comprando útiles escolares para el regreso a clases. Ahora se ha sabido que esta mujer dio su vida por su hijo pequeño de dos meses, pues cuando comenzó el tiroteo, salvó a su bebé al usar su cuerpo como escudo humano. Su bebé no recibió ningún daño.

La hermana de Jordan, Leta Jamrowski, comentó: “Mi hermana cayó encima del cuerpo del bebé y gracias a eso pudo sobrevivir el bebé. Mi sobrino vive porque ella dio su vida por él… daría mi vida para cambiarla por la de ella".

El Papa Francisco expresó su pesar y oró por las víctimas: “Estoy espiritualmente cerca de las víctimas de los episodios de violencia que en estos días han ensangrentado a Texas, California y Ohio, golpeando a personas indefensas… Los invito a unirse a mi oración por aquellos que han perdido la vida, por los heridos y sus familias”, dijo, para luego rezar un Ave María por todos ellos.

Para pensar

Además del acto heroico de la señora Jordan de dar su vida, la madre de Jordan, Misti Jamrowski, hizo también un acto heroico, pero de distinta índole. Después de enterarse del terrible suceso en que perdió la vida su hija, perdonó al asesino: “Y como Jesús que dijo que deberíamos perdonar a los que nos hacen mal, de corazón realmente lo perdono. Siento tristeza por sus padres porque ellos también perdieron un hijo", dijo Misti a la prensa.

El padre de Jordan comentó: “no somos los únicos que sufrimos, por lo que nuestros corazones están con todas las demás familias… Nuestros corazones y nuestras oraciones también están con ellos".

Tanto dar la vida, como perdonar al agresor, son actos de amor heroico. Nada fácil, pero nos enseñan que es posible responder al mal con amor. Por su fe, saben, como dice el Papa, que “la vida es un camino hacia la eternidad… No olvidemos nunca que no tenemos aquí la ciudad definitiva, sino que vamos a la búsqueda de la futura”.

Para vivir

El Papa Francisco acaba de recordar la importancia de estar vigilantes, para cuando llegue el encuentro definitivo con el Señor y, así, cada instante se vuelve precioso, al vivir haciendo el bien sobre la tierra, y con el corazón en el cielo.

Recordemos la invitación del Señor a mantener ‘las lámparas encendidas’, con la luz de la fe, para iluminar la oscuridad de la noche”. Alimentemos la fe con el encuentro corazón a corazón con Jesús en la oración y en la escucha de su Palabra.

Podemos afirmar que la familia de Jordan, en medio de esa violencia, han sabido iluminar con la luz de la fe. Nosotros, también, en nuestro obrar diario estamos llamados a iluminar con nuestra fe a nuestro alrededor.

El Señor promete la eterna felicidad para quien vivió el Evangelio y los mandamientos de Dios. Ese pensamiento, concluyó el Papa, “nos llena de esperanza y nos estimula en el compromiso constante para nuestra santificación y para construir un mundo más justo y fraterno”.

José Martínez Colín es sacerdote, Ingeniero (UNAM) y Doctor en Filosofía (Universidad de Navarra).