Aguascalientes, Ags.- Hace unos días, atendiendo a una invitación, visité una enorme planta industrial localizada en la zona del Bajío de México que se ha convertido en los últimos años en el gran territorio de la inversión, el empleo y las aportaciones a la economía y las exportaciones de nuestro país.
En el trayecto al área donde sería la presentación inicial, le pregunté al directivo que nos atendía por sus sistemas de control de accesos.
“Nuestro trabajo se enfoca a la producción de autopartes –respondió-, y procuramos no distraer a la gente en cuestiones que no sean prioritarias. Y para no distraer a la gente, contratamos un eficiente sistema que nos libera de esa labor”.
El tema me interesó, ya que varios amigos empresarios que tienen pequeñas y medianas empresas comentan que el control de asistencia del personal les requiere de tiempo y de personas que pudieran estar en áreas de producción, por lo que pregunté en esta planta industrial sobre el tema. Finalmente, recomendaron que para una PyME, lo ideal es el uso de un reloj checador para el control de entradas y salidas, y según crezca la empresa se implemente otro sistema que se adapte a las necesidades concretas de la misma.
En recientes reuniones, esos amigos empresarios me han pedido mayor información, en especial en lo que se refiere al control de los tiempos de permanencia en las instalaciones. Por ello, considero que di en el clavo al sugerirles Cucorent, una compañía especializada en estos temas, con soluciones a la medida de cada empresa y con la alternativa de renta para los sistemas, lo que representa una inversión baja y un beneficio alto.
La seguridad en las empresas y el eficiente control de asistencias y tiempos de trabajo se mejoran de inmediato con buenos sistemas electrónicos de acceso que, además, ofrecen la información precisa para estimar el tiempo extra dedicado por cada persona y calcular los pagos de nómina.
En la planta industrial que visitamos, había lectores para las tarjetas de colaboradores y visitantes, pero si se requiere de una identificación más minuciosa, el sistema se puede enriquecer con detectores de huellas dactilares, de reconocimiento facial o hasta por reconocimiento del iris de los ojos de cada persona, lo que hace prácticamente imposible los casos de suplantaciones.
