• Por: Ricardo H. Pasillas
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• La noticia, magnífica. La infraestructura, necesaria.
• La deuda, indispensable. La reserva a informar, criticable

Aguascalientes, Ags.- La euforia que representó la llegada de la nueva planta de Nissan comenzó ayer a pasar su factura al autorizar el Congreso del estado un nuevo endeudamiento por 1,055 millones de pesos para los terrenos y la infraestructura donde se asentará la nueva planta.

En estricto sentido, resulta lógico pensar que la empresa hubiera pedido al estado algunas facilidades para su instalación. Y resulta lógico pensar que ante la llamada por algunos “segunda ola de industrialización de Aguascalientes” se requiera de infraestructura.

Lo que no es lógico en pleno año 2012 y en pleno proceso electoral federal es el sigilo extremo con que se ha planteado la solicitud de endeudamiento y la falta de comunicación precisa y concreta, que llegó al extremo de no precisar la ubicación de la  nueva planta.

El Ejecutivo debe entender que como sociedad salimos apenas de una administración estatal que manejó los créditos a su antojo, y en el mejor de los casos, de una manera poco escrupulosa y turbia. Y debe entender que el manejo hecho recientemente por medios nacionales de comunicación acerca de la deuda pública en entidades como Coahuila obligaban a ser extraordinariamente transparentes y claros al momento de solicitar la contratación de la nueva deuda al Congreso. Y la realidad es que no lo fue, aunque la justificación para ello fue que trataba de evitar la especulación con el precio de los terrenos.

Lo que los gobiernos no acaban de entender es que esos vacíos de información son de inmediato llenados por la rumorología, y que el entorno de Aguascalientes ha estado lleno en las últimas semanas de rumores acerca del precio de compra de los terrenos, de los beneficiados por la compra…

Si el planteamiento hecho por el gobierno del estado es correcto en sus cálculos, en unos pocos años el beneficio de estas inversiones dará a Aguascalientes nuevas y más altas participaciones federales y los impuestos pagados en el estado permitirán desahogar a unas finanzas públicas que quedan hoy comprometidas.

Pero en nuestros días, en que vemos una indignación creciente de la sociedad ante la manipulación de la información que han hecho algunos partidos, como sociedad queda una vez más la sensación de que se nos ha “medio informado”, que equivale a decir que se nos ha “medio manipulado” en el caso del nuevo endeudamiento.

Los movimientos globales de las sociedades civiles, la mala experiencia de manejo que hizo la pasada administración estatal, el movimiento de los jóvenes mexicanos que protestan por la manipulación informativa a la que se prestan buena parte de los medios de comunicación  y la madurez que comienza a alcanzar nuestra sociedad, la hacen ser cada vez más crítica y analítica para rechazar las imposiciones, las medias verdades y la manipulación informativa a la que se prestan algunos medios.

Y eso deben entenderlo los gobiernos, porque ya lo hemos entendido  los ciudadanos.

El gobierno consiguió lo que buscaba: la autorización para contratar más deuda. La empresa automotriz consiguió lo que pedía: que le construyeran la infraestructura y le dotaran de los terrenos. La sociedad de Aguascalientes puede conseguir lo que demanda: reactivación de la economía estatal y certeza para el desarrollo futuro del estado.

Pero como sociedad nos queda pendiente algo que buscamos: la verdad completa, la transparencia absoluta, el no hacer cosas buenas que parezcan malas, el que los gobiernos no sigan tratando a los ciudadanos como los menores de edad de la familia, que no tienen por qué enterarse plenamente de lo que sucede.

No tiene caso forzar la información, ya que puede ocasionar movimientos espontáneos como el de los jóvenes indignados por la manipulación de los medios que se coluden con los partidos.

La llegada de la nueva planta de Nissan fue una noticia magnifica. La dotación de infraestructura era una medida necesaria. La contratación  de nueva deuda era indispensable. Pero las verdades a medias, la información a cuentagotas, la resistencia a informar a plenitud y la manipulación de los medios, era innecesaria.