EL IPADE CUMPLE 50 AÑOS

Medio siglo de una institución educativa que transformó a la empresa en México

  • Fundada el 30 de marzo de 1967 por un grupo de empresarios mexicanos
  • Su primera sede fue en la Hacienda de Clavería, de la Ciudad de México
  • La mejor escuela de negocios de América Latina y de las mejores del mundo
2017-03-31
Aguascalientes

La que está considerada como la mejor escuela de negocios de México y de América Latina y entre las mejores del mundo, el Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa (IPADE), cumple sus primeros 50 años de vida.

Fue el 30 de marzo de 1967 cuando en el casco de una vieja hacienda en la Colonia Clavería de la Ciudad de México se iniciaron los programas y las clases de una institución que ha marcado huella en la empresa y en la educación en México.

Meses antes, un grupo de destacados empresarios mexicanos  habían iniciado reuniones para canalizar su inquietud y su interés de que los hombres de empresa pudieran tener una formación profesional adecuada para sus circunstancias y realidades. Con ese propósito, durante varios meses, visitaron instituciones educativas de los Estados Unidos y de Europa para conocer los modelos de escuelas de negocios más prestigiados. Finalmente, se decidieron por el modelo seguido por la Harvard Business School de los Estados Unidos, que se aplicaba ya también con gran éxito en el Instituto de Estudios Superiores de la Empresa (IESE) que tenía su sede en la ciudad de Barcelona, España, aunque formaba parte de la Universidad de Navarra con sede en Pamplona. El sistema de enseñanza seguido por esas y otras prestigiosas escuelas de negocios era el Método del Caso, algo entonces completamente desconocido en México.

El método consiste en que más que memorizar una serie de fórmulas y consejos, el empresario aprenda por medio del análisis, la reflexión y la experiencia de otros empresarios en diversas situaciones que abarquen aspectos económicos, de producción, de comercialización, de dirección estratégica de su negocio y de las dificultades y ventajas que les ofrece el entorno económico, social y político donde se desenvuelven. Y especialmente, que aprendan de la experiencia y de las ideas que aporten sus compañeros de estudio, que inicialmente para el Programa de Alta Dirección eran personas con al menos diez años de experiencia como directores generales de alguna empresa.

Otra de las particularidades del IPADE fue que sus profesores tuvieran una parte de su tiempo destinado a la asesoría directa de las empresas, de manera que se mantuvieran siempre conectados a la realidad y no dependieran de las teorías y de las experiencias aprendidas en los libros.

Aprender la ciencia y el arte de la dirección valorando a la persona

Carlos Rosell Álvarez, uno de los primeros profesores y directivos del IPADE, describió hace años en un libro los avatares de un proyecto que nació pequeño pero con un objetivo que era más que grande, era magno: formar al empresario mexicano no solamente en los aspectos técnicos que requieren la ciencia y el arte de la dirección de grupos humanos y la conjunción de los factores de la producción y generación de riqueza, no.  El objetivo era, ya de inicio, mucho más ambicioso: valorar en todo su alcance al principal valor y activo de cualquier empresa: la persona.

A los primeros programas de Alta Dirección, destinados a los Directores Generales (AD-2), le siguieron los programas orientados al siguiente nivel de la empresa: los Directores de Área (D-1). Y luego el programa Master  (MEDE) para formación de jóvenes recién egresados de diversas licenciaturas (MEDE), y luego ese mismo programa a tiempo parcial para jóvenes directivos ya con cierta experiencia (MEDEX).

Y como la formación no es algo que se cumpla una vez en la vida, sino que es una constante que debe darse de manera permanente, surgieron los Programas de Continuidad y Actualización que permiten afilar las herramientas directivas en sesiones breves durante el año.

Y luego, los programas destinados a cuestiones de innovación, de creatividad, de entender las situaciones variables del entorno global…

La Universidad Bonaterra, ahora Panamericana, en Aguascalientes surgió bajo inspiración del IPADE

Si por sus frutos se conocen los árboles, los 50 años del IPADE han sido excelentes. Gracias a su inspiración y a su impulso surgió luego la Universidad Panamericana y en Aguascalientes la Universidad Bonaterra.

Algunos empresarios aguascalentenses habían tomado en la década de los 80´s los programas del IPADE en las sedes de la Ciudad de México y de Guadalajara y  se decidieron a iniciar aquí la primera universidad privada, que siguiera los principios doctrinales y el espíritu que impulsó al nacimiento de la UP y del propio IPADE.

Con el tiempo, el IPADE abrió sedes en Guadalajara y Monterrey, y ofreció programas en varias de las capitales estatales y de las ciudades más pobladas de México (Hermosillo, Chihuahua, Torreón, Aguascalientes, Tijuana, Querétaro, León, Puebla, Veracruz…) y sus programas se extendieron a diversos países de América Central y de SudAmérica. La sede central continúa en la Hacienda de Clavería, en la Ciudad de México, donde a las construcciones de la época colonial se le han sumado modernas instalaciones enmarcadas dentro de un estilo que sigue siendo muy mexicano.

Suman decenas de miles ya los empresarios de todo México y de muchos países hispanoamericanos que han cursado los diversos programas del IPADE y que forman tal vez la comunidad de academia y negocios más nutrida del subcontinente.

Una obra sinfónica compuesta para celebrar los primeros 50 años

Los primeros cincuenta años del IPADE están siendo celebrados por todo lo alto. Ayer, día 30, se realizó un magno concierto para presentar una obra sinfónica compuesta para esta ocasión por el músico mexicano de trayectoria internacional, Samuel Zyman, a la que tituló “Horizontes: reflexiones sonoras hacia la virtud”.

La obra sinfónica fue interpretada por la Orquesta de la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Panamericana, dirigida por el Doctor Gabriel Pliego.

Los primeros 50 años del IPADE, lejos de ser estériles, han sido útiles y dejado huella en el mundo de la empresa y en la sociedad de México y de muchos países de América Latina.
Aguascalientes ha recibido muchos de esos frutos.

Felicidades por esos primeros 50 años.

(n.c.)