No puedo negarlo, desde hace un tiempo no deja de resonar en mí una y otra vez este conjunto de palabras: “la madre de todas las bombas”.
Lo ignoro, trato de no atender a semejante construcción. Me rehuso a profundizar las notas de actualidad relacionadas, pero insiste una y otra vez en mis pensamientos.
Decidí confrontarme y tratar de entender el por qué a tanta negación y me dí cuenta que me generaba un efecto devastador.
En el momento que se popularizó, lo que sólo llegué a asimilar, es que se trata del mayor explosivo no nuclear que tiene el gobierno de los Estados Unidos, que la Fuerza Aérea la apoda MOAB ("Mother Of All Bombs'' o "madre de todas las bombas"), que el jueves “Santo” Estados Unidos lanzó sobre un objetivo del grupo extremista en Afganistán, y que es la primera vez que se usa en combate.
También me enteré que el representante de prensa de la Casa Blanca, Alan Spicer se refirió brevemente a la explosión y de inmediato, cambiando de tema, pasó a hablar sobre las festividades por las Pascuas y la cantidad de huevos de chocolate que se entregaron.
Para mi asombro, Spicer intentaba desestimar la noticia, compensándola con la entrega “amorosa” de huevos de Pascua. Tengamos en cuenta que en muchas culturas, los huevos representan vida y fertilidad. También, si pensamos en los huevos como símbolo Cristiano, estos tienen la connotación de una “vida nueva”. Sin embargo, nada de esto condecía con la realidad de aquel Jueves Santo.
Mientras tanto, el título de la noticia se multiplicaba, como una onda expansiva, de la manera más impactante que uno pudiese imaginar en todos los medios de comunicación y redes sociales: " Cuán poderosa es la GBU-43/B MOAB, la "madre de todas las bombas" que EE.UU. lanzó contra Estado Islámico en Afganistán ", “Qué es y cómo funciona la GBU-43, la "madre de todas las bombas". Como si esto no bastase, luego acompañaron imágenes, fotos y vídeos, donde se repetía incansablemente el momento de la explosión: "Desde el aire: así impactó la madre de todas las bombas en Afganistán", “Video: así explotó "la madre de todas las bombas" en Afganistán”. Todos estremecedores para quien podía verlos apelando a la efectividad de sus mecanismos de defensa, hablando en términos bélicos.
De la construcción de esta frase, mejor dicho, del conjunto de palabras "la madre de todas las bombas", hay algo que no encaja, que no tiene nada que ver, que se equivocó de lugar, que es disonante, que, personalmente, me genera repulsión y es el término "madre".
" Madre" significante que, mirado desde el encuadre que uno quiera, sea el psicoanálisis, la psicoterapia, el discurso de la ciencia, el reino animal, terrenal o espiritual, desde donde quieran, absolutamente desde donde quieran, siempre remite al cuidado y a la protección.
Pero parece que para los Estados Unidos, no. Parece que para ellos una madre tiene que ver con la explosión, la devastación, la muerte, con que muchos niños queden sin madre y viceversa, con la madre del desamor.
Ahora pude entenderme.
* Paula Martino es licenciada en psicología, Magister en psicoanalisis por la Universidad de Buenos Aires, Argentina.