Aguascalientes, Ags.- Es indudable que las cosas han cambiado en los últimos años… hasta en Aguascalientes.
Nuestra sociedad ya no es como la de antes. Prueba de ello son los maestros, que llevan tres días en paro de labores y que ayer martes bloquearon calles en su protesta por la falta de pago a sus prestaciones.
A pesar de que con su protesta han dejado sin clases a más de 200 mil niños en el estado, la condena en la sociedad como en los medios ha sido más bien poca. De alguna manera se les reconoce que en buena parte les asiste la razón en su protesta.
Si atendemos a la frase evangélica de que el vino nuevo se pone en vasijas nuevas, a la nueva mentalidad que comienza a prevalecer en Aguascalientes debería corresponder una nueva actitud de la autoridad y de los líderes sindicales. El conflicto no estalló de repente: se gestó durante meses y se veía venir desde hace semanas. Pero no hubo quien lo desactivara, aún en medio de las posadas, los abrazos, los regalos y las roscas de reyes de estos días. Por ello, las cosas llegaron hasta donde están: en un nivel hasta ahora desconocido en el estado.
Es evidente que la sociedad ha cambiado en los últimos años... hasta en Aguascalientes.
No podía ser de otro modo: en muchos países y en muchos estados de México la situación es álgida por sociedades que están descontentas con lo que ocurre. Y ese descontento tarde o temprano tenía que manifestarse… aún aquí.
Por ello, urge una nueva mentalidad de acercamiento entre autoridad y sociedad. Si volvemos a las frases evangélicas, se dice que cuando el tejido viejo se remienda con una parte nueva, la tela terminará por romperse.
No podemos darnos el lujo de romper lo que nos ha caracterizado: paz social, capacidad de resolver con diálogo y acercamiento nuestras diferencias.
Nadie quiere en Aguascalientes los plantones permanentes ni los conflictos de Oaxaca, Michoacán y de la Ciudad de México. Hay que desactivar cada problema antes de que escale a mayores niveles, y se desactivan mediante la verdad, la apertura y la respuesta eficaz a las demandas justas.
Porque es evidente que la sociedad ha cambiado en los últimos años… hasta en Aguascalientes