Aguascalientes, Ags.- Entre comerciantes existe el dicho de que “Al cliente, lo que pida”, y por ello no sorprenden un par de noticias internacionales que hablan de cómo la mercadotecnia puede llevar a modificar el giro del negocio a fin de adaptarlo a las necesidades del mercado, o de plano, hacer algo realmente tan innovador que hasta resulta inusitado.
Vayamos primero a lo del la adaptación del giro. Una de las marcas reconocida por su innovación y creatividad es la cadena de cafeterías Starbucks, que en cuestión de años llenó el planeta de sucursales con un concepto nuevo: un café con amplias alternativas que pareciera adaptarse a los muy personales gustos de… cada quien.
Así, cualquiera encuentra capuchinos, americanos, con o sin cafeina, con o sin leche, y la leche puede ser descremada, semi descremada, entera, deslactosada… y con azúcar morena, azúcar blanca refinada o endulzantes bajos en calorías. En fin, tal serie de posibilidades para personalizar cada bebida que pudieran casi ser infinitas.
Pero resulta que, al parecer, eso no es suficiente para abarcar los gustos de los consumidores. Un estudio de mercado descubrió que el 70% de los clientes de la cadena hace sus consumos o compras para llevar antes de las dos de la tarde, y después de eso, la actividad baja ya que algunos prefieren no consumir café.
Por ello, al decir de la revista norteamericana Abasto, dirigida al mercado hispanohablante, la cadena de cafeterías iniciará pronto en algunos estados de la Unión Americana la venta en sus establecimientos tanto de café y de infusiones como de vino de mesa, cerveza, aperitivos y pequeñas porciones de menús que atraigan a los clientes para consumirlos en las propias instalaciones o pedirlos para llevar.
Un bar muy perrón
El otro caso, totalmente independiente del anterior, se da en Bruselas Bélgica, donde en una de las zonas más elegantes se abrió a petición de los dueños de mascotas un bar… para perros, que funcionará en los veranos.
Resulta que al salir a pasear a los perros, se les antoja (a los humanos) detenerse en un bar para tomar una cerveza, pero no hay donde dejar a los canes ya que no se permite el acceso con ellos.
La respuesta ha sido un establecimiento adjunto a la zona de bares donde se puede dejar al “mejor amigo del hombre” para que disfrute de menús (pastas, verduras, hamburguesas de carne y de pollo) diseñados por especialistas de la nutrición animal y que los acompañen con una Red Dog, una cerveza especial para perros, sin alcohol y con un gusto a hueso, ya que contiene huesos de tuétano.
El servicio se complementa con comida perruna “para llevar”, que incluye hasta un juguete especialmente fabricado para esos animales.
Como se ve, la necesidad crea la satisfacción y el servicio. Y al cliente hay que darle lo que pida, por muy perro que sea. |