IR A PAGINA DE INICIO
 

Nissan II Aguascalientes: realidades, oportunidades y mitos

  • Por Otto Granados

2012-04-23

Aguascalientes, Ags.- La ampliación de las operaciones de Nissan  en Aguascalientes, con la instalación de una segunda planta justo dos décadas después de que el presidente Carlos Salinas y el entonces gobernador Miguel Angel Barberena Vega, inauguraran la primera, el 30 de noviembre de 1992, es sin duda una buena noticia.

Lo es primero para Felipe Calderón que, como hizo notar desde Davos junto al presidente mundial de Nissan, atrajo la tercera mayor inversión de Nissan en años recientes, después de las plantas anunciadas para Brasil y China en 2011, que alcanzarán una inversión total de casi 10 mil millones de dólares (mmdd), es decir, cinco veces mayor a la de Aguascalientes. Y lo es más porque, en ese mismo escenario, Calderón también anunció la nueva inversión de Coca Cola, que será de 5 mil mdd para los próximos cinco años, con lo que esta empresa alcanzará una generación récord de 100 mil empleos directos y otros 800 mil indirectos. Dicho de otro modo: Calderón anunció 7 mil millones de dólares en dos días. En ambos casos, la consolidación de la estabilidad macroeconómica nacional, las ventajas del libre comercio, el costo de mano de obra y, por supuesto, el perfil del consumidor y del mercado, fueron las razones concretas.
Es también una buena noticia para el secretario federal de Economía por el impulso que dio a la ampliación del Acuerdo de Asociación Económica entre México y Japón y  la espléndida labor de promoción que hizo en aquel país. Y, finalmente, es igualmente buena noticia para el gobernador de Aguascalientes que colaboró y facilitó las cosas de manera eficiente al gobierno federal y a la empresa.

Dicho esto, la llegada de una planta así a un estado pequeño generalmente presenta interrogantes acerca de desventajas, áreas de oportunidad o expectativas realistas que ofrece la nueva inversión. Y por ello conviene repasarlas.

Como desventajas, ninguna. Al contrario, crea nuevos  empleos en torno a Nissan y sus proveedores; consolida el cluster automotriz en el estado como ha pasado en Guanajuato, Puebla, Coahuila, Nuevo León, Jalisco, San Luis Potosí, Sonora o Chihuahua y es una derrama importante de dinero durante los dos años de construcción para quienes participen en ella tanto del estado como de otras entidades. Esos son los beneficios puntuales.

Ahora bien ¿asegura, como se ha dicho, el desarrollo económico de Aguascalientes para los próximos treinta años? Ojalá fuera así, pero esa ilusión no se sostiene más que en la desmesura y es conveniente examinarla.

Como es bien sabido, y la evidencia internacional es categórica, el desarrollo de países y regiones depende, en estos tiempos, de una combinación exitosa de factores como educación de excelencia, innovación científica,  producción de alta tecnología y valor agregado, transición hacia las industrias de futuro e inversiones eficientes.

De hecho, de acuerdo con Money Tree Report 2011 de Pricewaterhouse Coopers, hoy los grandes fondos globales de capital están invirtiendo fundamentalmente en software, biotecnología, energía, equipo médico, tecnologías de información y comunicación, industrias creativas y de entretenimiento, semiconductores, telecomunicaciones, electrónica, servicios financieros y de salud.

Como puede verse, en ningún caso aparecen ramas tradicionales como textil, confección, vestido, calzado o automotriz, lo cual no demerita su relevancia desde luego, sino simplemente que pertenecen más al siglo XX que al XXI. ¿Cuál es el denominador común de los sectores de punta? Que todos son de alto valor agregado debido al desarrollo de talento, la innovación y la tecnología, es decir, son sectores que ya pasaron de la “manufactura” a la “mentefactura”.  Esto es, en parte, lo que explica que, según la Oficina de Estadísticas Laborales de EEUU, las cifras de empleo del sector manufacturero hayan pasado de 17.6 millones de puestos en 1998 a 13.4 millones en 2008 y se proyecta una reducción hasta los 12.2 millones en 2018.

Esa es la razón por la cual los países y regiones más competitivos en el mundo se están orientando a ese tipo de economía y producen otras cosas. Singapur, Suiza, Noruega, Dinamarca o Hong Kong, por ejemplo, no albergan armadoras automotrices.  Otros, que sí producen vehículos, tienden a la baja: por ejemplo, Estados Unidos, que en 2000 fabricó 12.8 millones de unidades, diez años después bajó a  7.7 millones, o Finlandia –el país más competitivo del globo- pasó de fabricar 39 mil unidades en 2000 a 6 mil 500 en la actualidad. Por tanto, la producción que desplazaron se fue a países periféricos de costos baratos, flexibilidad ambiental o localización atractiva: en Hungría la producción de unidades aumentó 59%; en Indonesia 51%; en  México 50%; en Rusia 93%, y en Tailandia 65% (Fuente: International Organization of Motor Vehicle Manufacturers).

Cualquiera que haya pasado en años recientes por Detroit, que fuera la capital mundial del automóvil desde que en 1913 Henry Ford creó la primera gran cadena de montaje de automóviles y empleaba a 90,000 trabajadores, verá que hoy el 28% de la población activa está desempleada y que casi un millón de personas emigraron a otras ciudades y otros estados cuando la industria a que le apostaron todo empezó a decrecer.

En Aguascalientes está ocurriendo un fenómeno riesgoso: la industria automotriz y de autopartes genera el 35.3 del PIB estatal, el porcentaje más elevado entre los 15 estados que tienen esa industria en el país, lo que refleja el alto grado de concentración en un solo sector o, dicho de otra forma, la bajísima diversificación de la economía local. Quizá por esa excesiva dependencia, que entre otras cosas se vio reflejada en la caída del mercado internacional y mexicano, la economía de Aguascalientes se redujo en la última década: de acuerdo con INEGI, en 1998 representaba 1.2% del PIB nacional y, en  2010,  1.1%.

Sin ir más lejos: por la misma consideración estratégica lugares como Jalisco se están inclinando a cambiar su perfil hacia el alto valor y hoy alberga ya casi 700 empresas de tecnologías de la información, es líder nacional en este sector y es reflejo del círculo virtuoso que se compone de educación-desarrollo de talento-innovación-políticas públicas apropiadas y bienestar. Ahora, como un paso adicional, el Massachusetts Institute of Technology (MIT) y un conjunto de empresas especializadas, tras haber estudiado 11 ciudades mexicanas, entre ellas Aguascalientes, decidieron establecer allí la llamada Ciudad Creativa Digital, que en solo 40 hectáreas será el cluster de industrias creativas y de entretenimiento (cine, TV, animación, etc.) más grande de América Latina, recibirá una inversión de 10 mil millones de dólares y atraerá a 10 mil profesionales de alto nivel educativo y salarial.

¿Por qué se fueron a Jalisco? Porque ese estado ha construido una infraestructura potente de centros de investigación, de universidades y de programas de innovación. ¿Y por qué esos sectores son los más peleados de atraer? Porque son ya los que generan más valor y más empleo. En el caso de México, según la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual y el INEGI, las industrias creativas representan casi 5% del PIB nacional (frente al automotriz que es 3.6%) y 11 % del empleo (frente al 2.7% de sector automotriz).

El segundo mito de que la ampliación de la operación de Nissan soporta el “desarrollo del estado por 30 años” es de aritmética simple. El producto anual en Aguascalientes es de 10 mil millones de dólares a precios corrientes; si multiplicamos esa cantidad por ese lapso tal producción sería de 250 mmdd. La inversión de Nissan, por su parte, es de 2 mmdd, de suerte que para que dichas cuentas alegres fueran correctas  deberíamos tener al menos unas dos o tres plantas más de ese tamaño, cada año, durante dos décadas y media.

El tercer sofisma es el impacto en el empleo o el salario. Si bien, como se menciona líneas arriba, el sector automotriz representa el 35% del PIB de Aguascalientes, solo genera el 6.7 % del empleo, principalmente porque los procesos productivos son ahora mucho más tecnificados y demandan menos mano de obra; igual pasa con el salario: ese sector representa el 25% de las remuneraciones totales del estado, pero éstas, medidas por el salario medio de cotización del IMSS, están 14% por debajo de la media nacional.

¿Cuál es la moraleja? Si Aguascalientes quiere dar trabajo a los 27 mil desempleados que hoy existen, mejorar el de los 130 mil que están en la informalidad o abrir los 10 mil nuevos puestos de trabajo que se demandan cada año, necesita crear muchos más empleos, de mayor nivel educativo, más productivos y de salarios más altos.

Es decir, le urge modificar e innovar su estrategia para construir una economía mucho más moderna, más competitiva, de más alto valor agregado y que genere crecimiento sostenido. Y para eso se requiere bastante más que una política centrada en las relaciones públicas, el dispendio presupuestal y los excesos mediáticos.

(Tomado de Líder Empresarial)

Si alguno de los anuncios que aparecen en nuestro portal llegara a parecerle inadecuado de un medio de este tipo, le agradeceremos
que nos lo haga saber en el apartado Comentarios que aparece en cada una de las informaciones, y nos diga cuál es el URL correspondiente.

desdelared.com.mx

4

3

2

1

Desarrollo: Desde Aguascalientes, S.A. de C.V...

© Para la reproducción parcial o total de DESDELARED.COM.MX, en cualquier medio, se requiere citar la fuente.
DESDElared. Periódico de Aguascalientes con noticias diarias por Internet